Pedro Hipólito y Carmen, sus abuelos de Vitoria, en cuanto se enteraron el 9 de junio del nacimiento de June, salieron como pudieron para ver a su nueva nieta, lo intentaron hacer pronto, pero apenas daban pie con bolo, estaban tan nerviosos que todo lo tenían que hacer dos veces o hasta tres. Si ya de por si, son una pareja peculiar (no tenéis más que ver la foto, que tiene un punto a los Roper o a Escenas de Matrimonio), ese día eran más peculiares que nunca, llegar hasta la clínica Montecanal fue uno de los momentos más hilarantes que he vivido.
Me llamaron al móvil, y nadie sabe como pero habían ido a parar a la nueva Clínica Quirón, seguramente vieron clínica y ahí pararon, Pedro se puso al volante y yo le iba indicando a Carmen que tenían que hacer. "Salir e ir todo recto, dirección a Montecanal, la calle tiene tres ó cuatro carriles, seguir derecho hasta que veáis una señal", después de decir yo esto, que Carmen repetía como un loro, haciéndome el eco, oigo que dice Carmen, después de que yo le dijera que siguiera derecho, "a la derecha, Pedro, a la derecha" y yo le digo gritando, "a la derecha no, derecho, derecho", y Carmen insistía, "a la derecha, Pedro, a la derecha", a lo que Pedro bramaba al volante, "pero si no hay nada a la derecha, dónde voy a ir", "a la derecha" insistía Carmen y yo me desgañitaba al otro lado del móvil, chillando por la habitación de la clínica, "derecho, Carmen, derecho, quiero decir, todo recto, recto".
Os podéis imaginar que hacerlos llegar hasta la clínica, fue un poco diálogo de locos, y más teniendo en cuenta que para llegar hay que pasar un montón de rotondas con desvíos a derecha y realmente había que seguir derecho. La gente me miraba por la habitación y se quedaban un poco incrédulos al oír solamente el 50% de la conversación y yo sólo decía "derecho, derecho". Opté por salir fuera del hospital para intentar verlos llegar, y la verdad que me tuve que alejar bastante hasta que los vi pasar por una dirección equivocada, pero por suerte, finalmente lo conseguimos.
Una vez pasado este susto y con los nervios que llevaban a flor de piel, nada se disipó al ver a su nieta por primera vez, después de tenerla en sus brazos (la abuela sólo, el abuelo no está preparado todavía) estaba tan nerviosa que por curiosidad le dije: "Carmen, me imagino que un día como el de hoy no lo olvidarás facilmente, por qué ¿qué día es hoy Carmen", Carmen intentando aportar mucha seguridad en sí misma, dijo: "pues claro, qué te crees, hoy es 13 de julio". Todos nos pusimos a reír como locos y Carmen, un poco aturdida, se dio cuenta de la metedura de pata, June había nacido el 9 de junio.