Aprovechando un hueco que pudimos sacar fuimos a pasar el día en Huesca que se encontraba en plenas fiestas de San Lorenzo. A June le costó entrar un poco en calor y con su vestido blanco y el pañuelo verde lo miraba todo con gran curiosidad.
Giraba la cabeza de un lado a otro, asombrándose de todo lo que veía, en una Huesca que se despertaba de la noche anterior con muchas gafas oscuras y camisetas blancas inmaculadas recién estrenadas por la mañana.
Los puestos de sombreros y de globos lo tomaban todo en la ciudad, llenando de color una mañana en la que el calor hacía honor a la fiesta y a la parrilla de San Lorenzo.
Mientras nosotros aprovechábamos a tomar una cervecita, June aprovechó para comer y se puso de yogur hasta arriba, mientras los danzantes bailaban enfrente suyo.
Con las niñas de Josema y las de Tin, June se sentía la reina de la fiesta. Las miraba y se reía con ellas deseando salir de la silla. Fue un gran día, de reencuentro de amigos al calor del sol de agosto.
11/08/2012