Se despertaba un nuevo día, después de las rutinas habituales, se llevaron a Naia para hacerle unas pruebas y examinarla bien. A Ana vinieron a visitarla los médicos y la encontraron bastante bien, le dijeron que si se encontraba con fuerza comenzase a andar algo, y a Ana le faltó tiempo para hacerlo. Sentada en su silla, recién duchada y con las fuerzas recuperadas no pudo evitar curiosear el regalo que el día anterior habían traído Esteban y Sergio, lo miraba encima de la cama y poco duró cerrado.
Lo abrió todo con mi gentil ayuda, que le iba acercando todo lo que había en su interior, escudriñó todos los rincones y se quedó feliz mirando todo lo que tenía, e imaginándose a Naia con la ropa nueva que le habían regalado.
Se encontraba con tantas fuerzas y ya podía comer de todo que se me ocurrió decirle si quería algo de dulce, a los dos segundos ya estaba bajando al bar para que se comiera dos xusos, se había aguantado tanto en el embarazo que bien se merecía ese desayuno.
29/04/2013
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