El día ha amanecido muy temprano, me ha tocado trabajar en un diseño urgente, la noche asturiana con una luna maravillosa me ha acompañado en la noche. Cuando los rayos del sol comienzan a apuntar por los montes cercanos, June se despierta, su primer llanto que avisa a su madre, me reconforta, después del duro trabajo no hay nada como su sonrisa.
Y así es, la subo conmigo para que deje dormir un poquito más a su madre y June me lo paga con su sonrisa, con su pijama de ratón de badminton y su pelo desaliñado de tanto movimiento cunero. Todo se hace nada, con su mirada obtengo más energías que con el mejor desayuno. Hoy comienza un gran día, y June acaba de darle al interruptor de encendido.
Gracias cariño.
20/07/2012
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