Llegaba la hora del baño en casa de los abuelos de Vitoria, así que comenzaba la atracción, montamos la bañera encima del lavabo para poder organizar mejor el espectáculo y que pudiera ser visionado mucho mejor por sus abuelos. La llenamos de agua y llamamos a la protagonista, la fiesta había comenzado.
Mientras ella se bañaba y jugaba con su hipopótamo amarillo, todo el mundo lo vivía como si fuera la cosa más maravillosa del mundo. June seguía a lo suyo, sin atender mucho a tanta convocatoria.
El cuarto de baño se nos quedaba pequeño entre la madre que bañaba a June, la abuela que había tomado la izquierda y no la soltaba, el abuelo en segunda fila, sin perder detalle, pero con la distancia justa no fuera a ser que le mandasen hacer algo, y yo al fondo filmando como podía la escena.
Para June fue una fiesta más en la que se divertía como siempre, os dejo un vídeo para que os riáis un rato.
17/02/2012
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