sábado, 29 de septiembre de 2012

La música, no amansa a las fieras



Un día por la mañana, de esos tontorrones, Ana desempolvó la guitarra de juventud que se encontraba en el ático y apoyada triste sobre la pared. Al sacarla de la funda le llegaron miles de recuerdos de notas rasgadas de canciones de cantautor e himnos parroquianos. Se sentó como se sienta frente a una hoguera con un buen grupo de amigos y soltó sus dedos sobre unas cuerdas tremendamente desafinadas, pero era lo de menos. June se hipnotizó con el sonido que salía de aquel instrumento raro.


Al principio optó por bailar con su movimiento culo-rana y por un momento parecía que se iba a lanzar a hacer un zapateado flamenco. Ana sufría intentando sacar algo audible de aquella guitarra con la que había desgranado tantas canciones en aquellas clases particulares con su joven maestra.


Por fin, June se atrevió a tocar la guitarra, veía como su madre giraba las clavijas para tensar las cuerdas y ella se lanzaba a lo mismo, el resto parecía que le daba un poco de miedo. Su madre continuaba emocionada danzando los dedos por las cuerdas dispuesta a sacar alguna canción del recuerdo.


June apenás duró medio minuto al compás de la guitarra, con su movimiento culo-rana se lanzó por el suelo dispuestos a que acabara nuestro medio minuto de tranquilidad, y es que por más que se diga, la música, no amansa a las fieras, al menos, la que estaba tocando Ana.

20/07/2012

viernes, 28 de septiembre de 2012

En el puesto de trabajo



El día ha amanecido muy temprano, me ha tocado trabajar en un diseño urgente, la noche asturiana con una luna maravillosa me ha acompañado en la noche. Cuando los rayos del sol comienzan a apuntar por los montes cercanos, June se despierta, su primer llanto que avisa a su madre, me reconforta, después del duro trabajo no hay nada como su sonrisa.


Y así es, la subo conmigo para que deje dormir un poquito más a su madre y June me lo paga con su sonrisa, con su pijama de ratón de badminton y su pelo desaliñado de tanto movimiento cunero. Todo se hace nada, con su mirada obtengo más energías que con el mejor desayuno. Hoy comienza un gran día, y June acaba de darle al interruptor de encendido.


Gracias cariño.

20/07/2012

jueves, 27 de septiembre de 2012

Mira al iPhone, June, mira al iPhone



Los nuevos móviles y sus nuevas ventajas han provocado una mutación humana, es inevitable no aprovechar cualquier momento o escena para hacer a June una foto con el móvil. Sujetas a la modelo como puedes para que no se caiga, con una mano la agarras bien, y con la otra alargas el brazo todo, todo, todo lo que puedes (aquí viene la mutación) para intentar sacar la foto, con equilibrio y mucho mal pulso intentas pulsar un botón digital que está en la pantalla, provocando en la mayor parte de los casos un ligero movimiento de la escena.


Continuas con el brazo enlongado, pero intentas hacer una nueva foto, al grito de mira el iPhone, June, mira el iPhone, vuelves a intentar encontrar el botón de disparo en la pantalla, ahora parece que ha salido algo mejor, aunque aparecemos mirando a algún ratón que pasaba por ahí. Me quito el sudor, me pongo de pie y compruebo que ciertamente, tengo un brazo más largo que otro.

19/07/2012

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Amanece en Asturias



La primera noche en Asturias, después de mucho tiempo para June, fue complicada, el largo viaje, aunque lo hicimos en dos etapas, primero a dormir en Vitoria y luego, a la mañana siguiente a Asturias, hizo mella en su cansancio. Por la noche cayó rendida a los pies de su cuna de viaje, pero muy pronto, cuando las estrellas todavía jugueteaban en la noche se despertó llorando, desconocedora del sitio en el que se encontraba. La llevamos con nosotros a nuestra cama para calmarla y allí empezó su gran noche y acabó la nuestra.


Por suerte, la cama es grande, pero se colocó cruzada en medio de la cama, empujando con los pies a su madre al frontispicio del jergón, y a mi con la cabeza al acantilado del lecho. Allí nos tuvo durante todo el tiempo que quiso, y de vez en cuando nos regalaba con alguna patada o cabezazo sonoro. Al final nos levantamos dejándola en la cama, durmiendo plácidamente y nosotros soñando con una buena siesta.

18/07/2012

martes, 25 de septiembre de 2012

June y el pobre de mi



Por la tele suena el Pobre de mi que pone punto final a las fiestas de San Fermín. June lo celebra por su cuenta y descansa de tanto día de fiesta virtual, es lo que tiene la juventud.

14/07/2012

lunes, 24 de septiembre de 2012

June sanferminera



Hasta hace unos años, Ana y yo, no nos perdíamos las fiestas de San Fermín en Pamplona, pero últimamente nos ha tocado vivirlas en la distancia, aunque es inevitable sentir la sangre navarra que llevo dentro, como diría la canción, y no hay un encierro que me pierda a las ocho de la mañana, pase lo que pase. June este año ha visto alguno conmigo, no se ha enterado mucho, pero le hacía gracia tanto ruido y barullo. Otros días prefería seguir durmiendo como tantos en la plaza del Castillo.


Uno de los días que nos tocó ir a casa de sus abuelos, la vestimos de pamplonica, lucía su vestido blanco y un pañuelo rojo, de los que tantas veces nos había acompañado entre las barracas, los bares y la plaza de toros para ver finalizar el encierro.


Por un momento, June, tomó su taca-taca con forma de automóvil loco y casi parecía que quería tomar camino hacia la fiesta, ¿lo llevará en la sangre?

10/07/2012

domingo, 23 de septiembre de 2012

Loca de la vida



Todas las mañanas, cuando June se levanta, me regala la mejor de sus sonrisas, sus ojos se iluminan y mi corazón se abre de par en par, entrando en mi con pasaporte universal y dándome algo que nada, ni nadie, me podrá quitar durante el día.

Todas las noches, me acuesto viéndola dormir, y las horas se me hacen largas esperando recibir como todas las mañanas su sonrisa. Jamás te la podré pagar, lo más que puedo hacer es devolverte la mejor de mis sonrisas. Buenos días vida mía.

09/07/2012

sábado, 22 de septiembre de 2012

June off



Al compás de acordes reconocidos, entre barullos callejeros infantiles y estallidos de películas de acción. June duerme. Al ritmo de su respiración todo se ralentiza. Su cuerpo, de vez en cuando se mece a popa, aún a riesgo de naufragar. Con la brisa de la tarde sus cabellos acunan a los sueños. En casa, sólo la tele habla, en nuestras bocas tan sólo una sonrisa envuelta en el espejo de su somnolencia.

07/07/2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

Al agua pato IV



La clase comenzaba a tocar a su fin, y June era cuando comenzaba a disfrutar más que nunca, rodeada de tantos juguetes, los que tenía y los que quitaba a sus compañeros, se lo pasaba pipa con el único dilema de cuál de ellos soltar cuando sólo se tienen dos manos.


Primero, sobre una colchoneta a modo de trampolín, se fueron tirando todos los niños al agua, a June, cuando la subía su madre, le encantaba quedarse arriba y mirar a todo el mundo, y más que tirarse, se dejaba tirar al agua por los brazos de su madre, mientras comprometía a todos el mundo en su caída.


Luego la colchoneta la colocaron a modo de balsa y subieron a todos los pequeños encima. June, sin darnos cuenta cómo lo hizo, era la única en toda la balsa que tenía bolas de colores y de las que se encargaba muy bien de no perder o que le quitaran ninguna.


La profesora fue regando a todos los niños con la regadera y June se quedaba pensativa ante el suceso, como si no supiera como reaccionar, si reírse, si llorar, o si todo lo contrario, eso sí, sin soltar la pelota.


El resto de niños la miraban con envidia mientras ella miraba la pelota como si recitara el Hamlet de Shakespeare.


Y así acabó el día de piscina, con el sumo dolor de tener que devolver la pelota y no poder llevársela a casa, pero con un baño refrescante que aliviaba el calor que fuera nos estaba esperando.

Y aquí los últimos vídeos:









02/07/2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Al agua pato III



Sobre el agua pasaban los minutos y June no paraba de prestar atención a todo, cada cosa que pasaba a su alrededor tenía que ser objeto de su conocimiento, que un niño gritaba, June le miraba, que la profesora decía algo, June le miraba, que alguien salpicaba agua June lo miraba, que su padre le llamaba para hacerle una foto, June no miraba.


Ana continuaba intentando que June hiciera algo de ejercicio, pero cuando el personal está de que no, va a ser que no, a tal punto llegaba su pachorrez que hasta se chupaba el dedo mientras su madre le movía las piernas para arriba y para abajo.


La profesora cambió los ejercicios y empezaron con las pelotas y flotadores, June desde el fondo llamaba la atención de la profe pidiéndole que le tirara una de las pelotas.


Cosa que sucedió con rapidez para dejar tranquila a la niña. En el momento que aparecieron los juguetes, fue como si hubiera desaparecido todo lo demás, June ya era feliz.


Y aparecieron los flotadores tipo candado, lo que a June le dio un poco más de independencia y parecía divertirle, el juego consistía en tomar los juguetes de un círculo, jugar con ellos y luego devolverlos.


Y es ahí donde radicaba el principal problema, a June que le gusta estar siempre con algo en la mano y ahora resulta que tenía que devolver los juguetes, a regañadientes obedeció y los dejó en el círculo, pero sin apartar mucho la vista de ellos.


Pronto apareció con dos fichas en cada mano, sino hubiera sido porque su madre la sostenía se hubiera hundido, pero jamás habría soltado unas fichas tan patriotas y regionasles


Ante la insistencia infantil, se volvieron a repartir los flotadores y las pelotas, sobre la piscina parecía un partido de waterpolo en el que múltiples pelotas jugaban y los jugadores no sabían muy bien en que equipo iba cada uno.


Todos los niños se controlaban unos a otros, y más ahora que el sentimiento de propiedad de "su" pelota se intensificaba, por supuesto June iba por libre y controlaba a todos con el rabillo del ojo o con una mirada asesina directamente.


June jugaba con otros dos juguetes, los tenía que tener a pares y de colores nacionalistas.


Y a la vez, cada segundo, giraba la cabeza para controlar al personal y que nadie se acercara a su territorio y que le pudiera quitar "su tesoro".


Y aquí unos vídeos:









02/07/2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Al agua pato II



La mezcla del agua con los niños iba produciendo su efecto, June alternaba momentos de observación con momentos de felicidad, pero de nadar, poquito, por suerte su madre estaba cerca y le hacía trabajar por obligación, pero sólo, un segundo muy breve.


Le levantaba las piernas, recordando clases previas, y June se dejaba hacer, desde fuera parecía que era June la que movía las piernas y pataleaba por el agua, pero era mentira, si te fijabas un poco, veías que los brazos de su madre eran los que realmente hacían todo el trabajo, y claro, June encantada de la vida.


La profesora llegó enseguida, mientras colocaba y organizaba los flotadores de luminosos colores, June no le quitaba ojo a toda esa operación, no perdiendo a ninguno de vista, y es más, había que recordarle que luego ya podría jugar con ellos, para evitar que se lanzara a por ellos como una loca. A una orden, madres y niños comenzaron a colocarse en formación para comenzar la clase.


June fue la primera aprendiz de la profesora, pero a pesar de que tenía que levantar las piernas e intentar  salpicar el agua, se dejaba hacer, al igual que con su madre, y parecía más atenta a la fotografía que a cumplir lo que le pedían.


Después de ejercer de aprendiz parecía que le había entrado el cansancio, pero tan sólo era un momento de respiro en el que no perdía ojo de los flotadores y las pelotas de colores.


Allí, entre risas y miradas de niña pequeña, seguía zambullendo su cuerpo en el agua sin perderse nada de lo que sucedía a su alrededor, un nuevo ejercicio estaba por empezar.

Y aquí unos vídeos:









02/07/2012

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