viernes, 28 de diciembre de 2012

Fiesta en la guarde V: Aporreando juguetes



June nos obligó a acomodarnos en un rincón de su aula, sin soltarse de los brazos de su madre y con unos brazos que parecía un pulpo era capaz de conseguir los juguetes con los que jugaba todos los días y que delante de todos los que estábamos en la fiesta de Navidad hacía suyos y no quería soltar.


Primero nos enseñó como jugaba con las correas de las sillas, algo que la vuelve loca de la vida, siempre intentando conseguir cerrar la clavija, miedo me da el día que lo conseguía.


Se hizo con un juguete, que más parecía una tapa de baño, de Winnie de Pooh, lo abría y lo cerraba con fuerza inusitada para intentar llamar la atención lo más posible.


Para luego abrirlo hasta donde daba de si el aparato, poniendo a prueba la eficacia de los técnicos que diseñaron el juguete. Su madre intentaba conseguir algo de alivio entre tanto movimiento.


Y claro está, una vez abierto llegaba el momento de aporrear el juguete, y en eso June era una auténtica especialista, una auténtica aporreadora nata.


15/12/2012

jueves, 27 de diciembre de 2012

Fiesta en la guarde IV: sálvame mamá



La fiesta seguía por todos los lados, los niños corrían hacia un lado y hacia otro, y June se sentía más desubicada que nunca. Sin poder aguantar más se tiró a los brazos de su madre buscando una protección que no encontraba en su aula de todos los días.


Se agarraba desesperadamente y lo único que hacía era mirar para un lado y para otro como una extraña en su hogar, ni conmigo quería estar. Hay cosas que le da una madre y que no podemos dar nadie más.


Para intentar calmarla un poco, volvimos al cuarto del barco, que ahora sí se encontraba repleto de gente, con niños más mayores que se habían apoderado del espacio y tomaban las colchonetas como espadas y proyectiles bélicos. Todo este barullo pudo una vez más con ella y aunque tenía algún compañero que la llamaba, June hacía que con ella no iba la historia.


Así siguió hasta el final de la fiesta, en brazos de la protección de su madre.

15/12/2012

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Fiesta en la guarde III: June y sus pelotas



La fiesta de Navidad en Patinete continuaba con la gente que iba y venía por todos los sitios. June continuaba despistada, sin saber muy bien donde estaba hasta que se le ocurrió donde llevarnos.


Tomó la mano de su madre que con el embarazo a duras penas la podía seguir, nos llevó por el medio de la guardería mientras en el office preparaban los pasteles y las tartas para los niños. June sabía muy bien donde iba.


Nos llevó a la clase del barco que así se llama por tener un barco a la izquierda, pero lo más importante eran las colchonetas y las pelotas que estaban en el fondo y en el que June durante la semana nos constaba que disfrutaba como una loca.


Nos enseñó todos los sitios de la sala, los peluches, la cocinita donde juega a ser mayor y cocinar como papá.


Los cojines se amontonaban sobre una colchoneta y posaban en el espejo en el que todos se miran para aprender a conocerse un poco mejor.


Al otro lado los aros y un armario y el quicio de una puerta en el que nos decía que había que dejar las zapatillas para poder jugar en las colchonetas.


Y en cuanto nos dimos la vuelta ya estaba lanzada hacia las pelotas de la piscina colchoneta. Se tiró y se restregó entre ellas y por un momento era la niña más feliz enseñándonos como jugaba todos los días.


Pero la fiesta llamaba y comenzaron a llegar más niños, así que hubo que volver a la cruda realidad.

martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad en el cuarto de June



Todos los que me conocen saben de mi espíritu antinavideño, de lo poco que me gustan todos esos floripondios y brillos que se cuelgan de todos los lados para indicar que es Navidad en las casas, y encima todos comprados en unas fiestas que rezuman mucho de dinero y poco de cariño. Pero de lo que si estoy a favor es de cualquier adorno que esté hecho manualmente, y eso es lo que hicimos June y yo un día por la mañana.


Mientras cuidaba de ella por la mañana, me quedé mirando la negra pizarra que le había preparado en su cuarto, y en la que tan sólo estaba arriba lo primero que escribí dos días después de su nacimiento cuando fui a casa para ducharme por primera vez. Tomé las tizas y empecé a dibujar con ellas como no lo había vuelto a hacer desde el colegio y el instituto.


June al principio alucinaba un poco y seguía a lo suyo, con su muñeca mutante, spiderman y la vaca loca, de vez en cuando me miraba y cuando ya vio que tomaba forma quiso aportar su granito de arena, colocando la última bola rosa de la parte derecha inferior, junto a unos rayujos que os pongo luego.


Aquí están sus líneas que no pude por menos que firmar por ella. En este día tan especial Feliz Navidad a todos de June y su árbol de tiza.


16/12/2012



lunes, 24 de diciembre de 2012

Fiesta en la guarde II: el árbol de Navidad de June



En la fiesta June se preocupó de enseñarnos el árbol que habían hecho en la guardería como ejercicio, desconocemos si su autoría será completa, pero ella lo identificaba como suyo. Dominaban el verde y las bolas azules, que por curiosidad era el árbol que más tenía. Aquí constará para la historia su primer dibujo.


Nos llevó donde estaban todos los dibujos, nos hizo sentarnos y desde allí, subida en el banquito seguía observando la fiesta de Navidad de la guardería sin intentar perderse ningún detalle y por supuesto, sin soltar a su madre.


Desde ese sitio elevado, y con el cariño de su primer dibujo, June os desea que paséis una feliz Nochebuena aunque ella seguramente la celebre desde su cuna.

15/12/2012

viernes, 21 de diciembre de 2012

Fiesta en la guarde I: como un bicho raro



El sábado June celebraba su primera fiesta de la guardería, el año anterior un catarro que le cogió muy fuerte se lo impidió. Marchamos el sábado para disfrutar de la novedad de un día que era tan nuevo para ella como para nosotros. A June le tocaba llevar un regalo que ella desconocía, y a los padres nos tocaba llevar la bebida, unos zumos, un Rioja y una botella de cava pinot noir para pasar el trago de una  fiesta en la que nos tocaba ejercer de padres, algo raro en alguien que todavía se sigue viendo como hijo.


Cuando June vio que un sábado entraba en la guardería y acompañado de sus padres, todo era alegría. Cuando vio que el sitio donde está habitualmente con sus amigos y sus profesoras en tranquilidad se encontraba lleno de gente, lleno de mayores que iban de lado a lado, le cambió un poco la cara. Dejamos la bebida en recepción y fuimos a su clase a buscar un sitio donde hacernos un hueco.


Mayores y pequeños correteaban de un lado a otro, los mayores persiguiendo a sus hijos, los pequeños como si fuera un día más, aprovechando para comer dulces y gominolas que abarrotaban las mesas, llenas de tartas y magdalenas de atractivos colores.


June estaba sorprendida, descolocada, miraba de un lado a otro y no entendía que niños tan grandes y haciendo tanto ruido estaban en su clase. Apenas quería soltar a su madre y lo observaba todo con incredulidad infantil.


Ella nos llevó a lo que hace todos los días, a su rutina habitual, al cajón donde deja su cazadora y la ropa que trae de la calle, así lo hace siempre y así lo hizo hoy, pero su asombro y perplejidad le impedían integrarse con el grupo.


Miraba a los mayores, y a sus compañeros de clase que se escurrían entre las piernas de sus padres, y no entendía que pasaba, el barullo aumentaba, algunos críos lloraban, otros corrían de lado a lado, haciendo sudar a sus padres en una persecución inagotable.


June se sentía sola entre tanta gente, se sentía pequeña, ignorante y un poco asocial. Al fondo los niños se dejaban maquillar con mariposas en la cara, o con personajes de miedo. June miraba y miraba y entendía bien poco.


El resto de niños, a pesar de que cada uno iba a su aire, se mezclaban entre ellos, se saludaban, se observaban, sin abandonar a los padres se lanzaban a por dulces y bebidas como si la vida les fuera en ello.


June se contentó con dos colines y un vaso de agua. Se sentía perdida como un bicho raro, siempre controlándonos y esperando que se marcharan todos los que estaban en la clase. A pesar de juntarse con alguna compañera pasaba a su lado ignorándola. En toda la tarde no saludó a ningún niño.


La fiesta seguía, el calor aumentaba, y yo la entendía, si ella se sentía como un bicho raro, yo también.

15/12/2012

jueves, 20 de diciembre de 2012

La leoparda duerme



Después del largo día que comenzó disfrazándose de June del Silencio, la leoparda caía rendida entre mis brazos y los cojines del sofá. Se inclinó un momento mientras pataleaba contra el sofá y sin darse cuenta mecía sus cabellos con sus sueños.


Después de las risas del día, de cambios de humor y meriendas caprichosas, dormía en profunda quietud. Por nada cambiaría ese momento de felicidad. Por nada.


21/08/2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Gatitos van, gatitos vienen



La June del Silencio estaba contenta, ponía cuerpo de torera y parecía que en el centro de la plaza de toros esperaba al toro para ponerle dos banderillas de juguete. Y la verdad que no era para menos, había conseguido sacar a los gatitos de su gatera y los veía pasar de un lado a otro, ya que los gatos se encargaban de tomar las distancias precisas.


"Atitos, atitos, grrrrrrrr" mascullaba June mientras los veía ir hacia la izquierda.


"Atitos, atitos, grrrrrr" seguía mascullando June mientras los veía ir de un lado a otro.


Las sonrisas, muchas veces, se consiguen con muy poca cosa.

21/08/2012

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