Una tarde, sin comérnoslo ni bebérnoslo, apareció ante nosotros la tía de la vara, fue algo fugaz, pero los días siguientes se convirtió en un rito, en una procesión que santificaba la llegada de una nueva mesías, de una nueva heroína de tebeos. Así fue el día que nació la tía de la vara.
Era una tarde de verano normal, de un día de verano normal por las tierras lejanas del planeta Asturiax, de repente, June se percató de el tablón-vara que sujetaba la puerta de la caseta de los gatos, se quedó mirándolo y con un poder que surgió desde lo más profundo atrajo hacia sí el madero cósmico.
Con la vara en las manos sus poderes aumentaron, la hierba se calcinaba a su paso y los gatos se hacían el harakiri antes de ser capturados. June había contactado con el poder de la vara.
El proceso de aprendizaje fue duro, las caídas frecuentes, pero el poder varácnido le daba cada vez más fuerza y más poder.
Tan pronto se hizo con la fuerza que una mano sólo le bastaba para practicar su golpe brutal cósmico que ni el mazo de Thor podría haber superado. A estas alturas los pájaros se acurrucaban en sus nidos y los mosquitos se suicidaban con sus propios picos. Un superhéroe había nacido.
Aquí podemos ver la foto promocional para su próxima película, "Junewoman contra los Vengadores" donde June doma a Hulk a varazos, achicharra al Hombre de Hierro convierte al Capitán América en cabo primero. Una peli que promete.
Por desgracia los ensayos posteriores no fueron tan buenos, pero June se fue creciendo poco a poco, día a día hasta conseguir ser la auténtica Tía de la Vara.
Por desgracia la tarde acababa y también la aventura de ese día.
20/08/2012
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