lunes, 30 de abril de 2012

One year ago



Hace un año, June empujaba con fuerza sobre la tripa de su madre, estiraba sus piernas y se desperezaba llamando a las puertas de la epidermis. Torcía como una bola el cuerpo de su madre que jamás se había visto con esas proporciones. Los seis meses se notaban y se palpaban, estrenando pantalón de embarazada de los que llevan goma para dar calor y mejor sujeción. Hace un año, todo era imaginar, y nos quedamos muy cortos con lo que estamos viviendo hoy.

24/04/2012

viernes, 27 de abril de 2012

Madre e hija, entre visillos



June no se duerme, parece que necesita cariño, se quiere dejar mimar, su madre la acurruca contra su pecho fuertemente, dándole calor y cariño a paladas iguales, mientras, June parece que apaga poco a poco sus ojos. Su madre bosteza fruto del cansancio, no son horas de vagar por el salón, pero sí son horas de infante. Cuando parece que casi está dormida, con cariño la quiere dejar sobre el sofá, pero su cuerpo se ha percatado de la jugada y su llanto comienza, es un llanto triste, como afónico, casi lastimero que obliga a recuperar la posición inicial.


Comienza de nuevo el baile que todo lo acuna, mientras June parece que ha despertado y se deja acompañar de palabras sin sentido, de un idioma raro, pero no desconocido. La madre comienza a desesperar, de la victoria a la derrota se pasa en un segundo, la cambia de brazos y hasta yo intervengo en la escena, por un momento parece que se calma, pero cuando está así, no entiende mas que de los brazos de madre, parece que son los únicos que la calman. El llanto pedigüeño continúa, pero poco a poco va decayendo al contacto materno. Su madre la mira, y observa entre la oscuridad remachada de luz que comienza a inundar los ventanales los dos ojos abiertos, y bien abiertos, de June, dos faros que anuncian un "ya no me dormiré".


Las ganas de seguir durmiendo de la madre son grandes, las de su hija cada vez más pequeñas, y es en ese momento de asentimiento cuando nacen los diálogos de madre e hija: "mira, en esa casa también hay alguien despierto, solidaridad, hija, solidaridad", "¿y por qué no te dormirás?, que tu madre tiene mucho sueño" concluye alargando la "o" hasta allí donde su pena se lo permite, "mira esta es una figura, y este un reloj que compraron papá y mamá en Madrid, sí hija en Madrid, algún día tu también estarás en Madrid, y esto es un cuadro, y esto un enchufe de la luz que encenderás y apagarás, y te tendremos que decir que eso no se hace, y esto una manilla que sirve para abrir puertas, y… por qué no te duermes hija" a todo este diálogo June permanece atenta en la semioscuridad, viendo lo que apenas se ve, escuchando lo que bien se oye y respondiendo con palabras ininteligibles que responden a las de su madre con solicita prontitud.


Desde la distancia uno se siente incómodo y espectador de lujo entre tanto momento de intimidad, que continúa como letanía de fondo, mientras el sol, con su calor, todavía tardará en aparecer.

09/12/2011

jueves, 26 de abril de 2012

Media docena de meses



Después de volver de Oviedo, en diciembre del año pasado, celebramos la media docena de meses de June, seis meses que se habían pasado como un suspiro, estrenando sus primeros catarros y probando los primeros biberones. Allí, sobre el sofá de nuestra casa de Asturias, me miraba con la boca abierta, babeando el pijama-manta rosa, y sin saber muy bien el por qué era protagonista.


09/12/2011

miércoles, 25 de abril de 2012

Bones es la leche



Marchábamos para Oviedo para cambiar la bici después de haberla comprado el día anterior, cuando en medio de la Autovía, June que iba dormida en el asiento de atrás empezó a llorar como una posesa, su madre la intentaba calmar desde la distancia del asiento delantero, pero era inútil, el llanto continuaba increscendo como si fuera una partitura musical de una orquesta de tambores de lata. Tomamos el primer desvío a la derecha, y entramos en el pueblo de Bones, en Asturias.


Allí, entre cubos de reciclado, casas en silencio y dos caballos, June se consoló con la teta de su madre, sobre el campo volvió el silencio, y la parada técnica consiguió el efecto deseado, la mañana recobró la calma y continuamos el viaje con parada en Bones, ya nunca veré la serie igual.


09/12/2011

viernes, 20 de abril de 2012

Ni gaitas, ni cohetes, ni fanfarrias



Sonaban las gaitas en Quintana, era día de fiesta, día de juerga, las banderitas se movían al viento, a Santa Olaya gritaban todos, mientras la hoguera se levantaba en el prau a fuerza de brazo y tiro de cuerda. Pero daba igual, June había se había quedado dormida al compás del ritmo asturiano y poco le importaban los gritos de ánimo, ni la música que comenzaba a sonar desde el interior de la carpa. Duerme June, que Santa Olaya te cuida, y nosotros también un poco, por si acaso.

09/12/2011

jueves, 19 de abril de 2012

Duermevela



Duermevela al calor del fuego, al calor de la ropa, al calor de la manta. Duermevela entre sueños de niña, entre toses graves, entre llantos apagados. Duermevela que quita el sueño, que regala paz y siembra dudas.


Duermevela de media tarde, de tarde entera, tarde lo que tarde. Duermevela de ojos que se apagan, de narices que pitan, de orejas rojas. Duermevela tranquila, duermevela mirándola, duermevela de June.

09/12/2011

miércoles, 18 de abril de 2012

Su primer catarro, su primera visita a Urgencias



La noche fue movida, entre toses y llanto, June no conseguía dormir bien. Llegó la mañana con los primeros rayos de sol que se colaban por los visillos de la casa de Asturias. June amanecía con su sonrisa de siempre, pero esta vez se interrumpía por una tos de perro que le salía desde su diminuto pecho. Como siempre pasa, día festivo, marché al ambulatorio de Posada para ver si nos podían atender, de allí nos mandaron a Llanes y nos atendieron enseguida de Urgencias.


June se portó como una campeona, desnudó su cuerpo sobre la blanca camilla y jugueteó con el frío endoscopio que intentaba oír su cuerpo. Diagnóstico, una buena bronquitis, como padres primerizos descubríamos que esa tos de perro tiene nombre y apellidos, medicación urgente, humedad, y dormir un poco más erguida. Hay que reconocer que daba un poco de cosa ver a June rodeada de batas blancas.


Salimos de allí, de Urgencias y posamos en recuerdo de la primera vez que se enfrió y que le tocó ir a Urgencias en festivo, que no se diga.

08/12/2011

martes, 17 de abril de 2012

De vermuteo con June



Un día más, en Asturias enseñándole buenas costumbres a nuestra niña, en ese día tocaba vermuteo por Llanes, unas Mahou "si puede ser" en la plaza con una fenomenal temperatura a pesar de estar en diciembre. June seguía dormida y ajena al mundo, pero como padres creemos que todo se pega y las buenas costumbres, más.


En el fondo nos parecía increíble que esa plaza y bares que tantas veces habíamos visitado en pareja, ahora lo hiciéramos siendo uno más. Nos mirábamos Ana y yo, y sonreíamos de felicidad.

08/12/2011

lunes, 16 de abril de 2012

June rojilla



Mientras el sol se muestra en lo más alto, y el frío se cuela por lo más bajo, June duerme teñida de rojo, el rojo de la capota se convierte en una lente que transforma a June en una viajera espacial arropada en sus dulces sueños. En su viaje a las estrellas, pilotada sin rumbo fijo, no hay estrella fugaz que la despierte.


Comienza la cuenta atrás, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno…, todo sigue igual, el carro-astronave despega rumbo a casa y su astronauta rojilla ha entrado en invernación catatónica hasta su próximo destino.

08/12/2011

viernes, 13 de abril de 2012

Un mar para soñar



No hay nada mejor que escuchar las olas del mar romper contra el silencio de la costa, no hay murmullo que no se acalle, no hay tiempo que no se pare y no hay criatura que no se deje vencer por su nana acuática. June, en el faro del norte, mientras nosotros disfrutábamos de un mar azul verdoso que nos llenaba, roncaba al son de las olas.


08/12/2012

jueves, 12 de abril de 2012

Desayuno con churros



Al día siguiente, después de cenar poco por la comilona de fabes y pote, nos fuimos a desayunar un buen chocolate con churros, que para eso en Llanes lo hacen estupendo. No hay como irse unos días y enseñarle a June el placer de comer y pasarlo bien.

08/12/2012

miércoles, 11 de abril de 2012

June en Casa Canene por primera vez



Aprovechando el puente de diciembre, no faltamos a la cita en Casa Canene, era nuestra primera visita con June, nuestra primera visita diferente a un restaurante al que nunca fallamos y esta vez, con carro y con niña. Canene nos guardó una mesa en la parte de la barra, que era donde mejor podíamos pertrechar el carro, molestando lo menos posible. Al poco llegaron el pote asturiano y las fabes con almejas, June se quedó cabizbaja ante la pena de poder catarlas y le entraron mimos repentinos.


Así que allí estábamos los cinco, June comiendo lo suyo, la madre dándole de comer a June, las fabes con almejas creyendo que serían salvadas, al ser servidas y no comidas, el pote asturiano pensando lo mismo, y yo, finalmente, mirando a las incrédulas fabes que no sospechan que les quedan pocos segundos de vida. Buena comilona, como siempre y más, con June.

08/12/2011

martes, 10 de abril de 2012

Orgullo de tripita



Hace ya un año que la sonrisa no se nos borra, y menos a su madre, un año que pasa muy rápido, entre dormir poco y sonreír mucho. Hace ya un año que June pataleaba sobre la tripita de su madre, agarrada a la vida y con ganas de juguetear de un lado a otro. Aquellos días de superados miedos y de encuentro con otros nuevos, todo era un sueño cercano a su objetivo.


Ana lucía una sonrisa de las que no se pueden maquillar, de curva sincera y de las que llegan al corazón, que es de donde sale. De aquella sonrisa, dos meses después, nació otra, una sonrisa a la que pusimos por nombre June y que, como la otra, también nació del corazón.

07/04/2011

lunes, 9 de abril de 2012

Pili, Bea, June y Oviedo



Era diciembre y el sol amanecía espléndido en Asturias, marchamos a Oviedo para quedar con mi amiga,  compañera y un poco madre, Pili. Parecía mentira que estando en Zaragoza, apenas nos veamos y no nos importe marchar de Quintana a Oviedo para verla, pero muchas veces, necesitas una buena excusa para hacer lo que la rutina del día a día, o no nos deja, o nos dejamos hacer.


Quedar con Pili fue algo maravilloso, y más el hacerlo en Oviedo, quién nos iba a decir hacia dónde nos llevarían nuestras vidas, a ella en Oviedo de visita con su hija Bea que trabaja allí, yo con mi June y marchando siempre que podemos a nuestra casita de Asturias, la vida es así de caprichosa y de infinitamente bella.


Disfrutamos con Pili de unas horas maravillosas con un día espléndido en Oviedo, con June congenió a la primera, y las dos se dejaron querer, entre cañas y aperitivos, que culminaron con una comida en un sitio típico de Oviedo del que salimos "jartos" de comer.


Después marchamos a ver a Bea, a la que también tenía muchas ganas de verla de nuevo, y allí estaba ella, como siempre, tan loca y tan mágica, con su acento asturiano impregnado en la piel y cada vez más parecida a su madre. Mientras el frío se empezaba a adueñar de las calles de Oviedo, en un día de diciembre, que bien podría haber sido de otro mes, marchamos para casa en Quintana, después de un día maravilloso de amigas, de esculturas en la calle y de recuerdos preciosos que no se pueden olvidar nunca.

07/12/2011

miércoles, 4 de abril de 2012

Autobiberón



Cuando se está fuera de casa, todas las rutinas se van al traste, en Asturias June se aplicó ella misma el biberón, cual si fuera una litrona se lo ventilaba con una tranquilidad mayúscula. No hay nada como el autobiberón.


Para que luego digan que mi hija no sabe comer sola, y no tenía ni 6 meses.

07/12/2011

martes, 3 de abril de 2012

Al calor de la chimenea



Mientras fuera el moderado invierno de Asturias golpea sobre las paredes de la casa, el cálido fuego de la sala arropa a June, al compás de troncos que crepitan y escupen chispas June duerme, arropadita y acunada mientras la noche se ha hecho dueña de la soledad de la calle. Apagamos las luces y en silencio la contemplamos mientras el fuego resplandece sobre su cara blanca y dormida. Callamos, sólo miramos, como hipnotizados, sin la medida del tiempo, que sólo la marca…


… June cuando se despierta, vuelta a encender las luces, vuelta a ver la luz del día, vuelta a disfrutar de un puente que podemos disfrutar en nuestra casa de Asturias.


Medio dormida, con más ropa que una cebolla, mi niña se calienta al calor de la chimenea.

06/12/2011

lunes, 2 de abril de 2012

Su primer tomate



Estábamos tan tranquilos en la cocina y de repente le miramos un pie a June, y fue empezar a reír a mandíbula batiente, en el extremo del pijama se había hecho un tomate y su dedo gordo aparecía malicioso por su extremo, realizando movimientos circulares de un lado a otro como si fuera un gusano.


June estaba toda tranquila, algo impresionada con nuestras risas, que no entendía muy bien, me miraba y veía que no hacía otra cosa que mirarle el pie y reírme, y ella no lo entendía, me miraba asombrada de que ahora hubiera descubierto que allí tenía ella un pie.


La mañana comenzó con sonrisas, como todos los días, pero hoy especialmente por su pijama con aire acondicionado incorporado en la planta del pie.

04/12/2011
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...