Después de volver de Oviedo, en diciembre del año pasado, celebramos la media docena de meses de June, seis meses que se habían pasado como un suspiro, estrenando sus primeros catarros y probando los primeros biberones. Allí, sobre el sofá de nuestra casa de Asturias, me miraba con la boca abierta, babeando el pijama-manta rosa, y sin saber muy bien el por qué era protagonista.
09/12/2011
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