Mientras fuera el moderado invierno de Asturias golpea sobre las paredes de la casa, el cálido fuego de la sala arropa a June, al compás de troncos que crepitan y escupen chispas June duerme, arropadita y acunada mientras la noche se ha hecho dueña de la soledad de la calle. Apagamos las luces y en silencio la contemplamos mientras el fuego resplandece sobre su cara blanca y dormida. Callamos, sólo miramos, como hipnotizados, sin la medida del tiempo, que sólo la marca…
… June cuando se despierta, vuelta a encender las luces, vuelta a ver la luz del día, vuelta a disfrutar de un puente que podemos disfrutar en nuestra casa de Asturias.
Medio dormida, con más ropa que una cebolla, mi niña se calienta al calor de la chimenea.
06/12/2011
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