Sin darnos cuenta cada día supone un avance, apenas hemos pasado de uno que ya nos encontramos con otro. Ana pensó una tarde que era el momento de pasarle a la cuchara, y dicho y hecho, pertrechó a June tras su comedor particular, le colocó su babero de osos panda y allí June con cierta hambre contempló como su madre le acercaba un objeto largo y lleno de color, lo acerco a su boca, y ella que es tendente a chupar todo lo que se acerca a la misma, notó que era algo conocido, comida, y se dijo que todo para dentro.
La operación había sido satisfactoria, a veces jugaba y se divertía con la cuchara y siempre contemplando y escuchando las directrices de su madre que la animaba con palabras dulces y cariñosas, que a cualquiera hubieran incitado a probar tan infantil alimento.
June no acabó con todo el plato que le había preparado su madre, y a la sexta cucharada descansó, y hubo que concluir con un biberón, pero mañana seguro que habrá una segunda intentona.
17/12/2012
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