lunes, 18 de marzo de 2013

Durmiendo a pierna suelta



La noche había sido corta. A mitad de noche June se había despertado entre sueños llorando. El calor de esos días tampoco ayudaba. Le costó calmarse y el desazón de su llanto le hacía suspirar aceleradamente. Al final cayó rendida por su sueño, en nuestra cama, durmiendo entre su padre y su madre a pierna suelta.


Cuando la mañana llegó, no había manera de despertarla, la dejamos ahí entre sus sueños, con su pelo despeinado e hipnotizados mirándola. Nos daba tanta paz.


De la cama se hizo la dueña,  ocupaba todo lo que podía. Esa noche su madre tuvo más suerte y a su lado, el de la izquierda, le dejó algo de holgura, por contra a mi me tuvo durmiendo al filo de la caída, colocando su pierna encima de mi cuerpo.


Mientras estábamos mirándola se comenzó a despertar. Estrujó su cuerpo como si fuera un ocho, se retorció primero para un lado y luego para el otro y nos dedicó una mirada de asombro y perplejidad, como diciendo —"¿qué miráis?"—.


El día comenzaba y June se despertaba después de haber dormido a pierna suelta y nosotros a pierna encogida.


12/09/2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...