Si la cara de la felicidad tiene una imagen, esa era la que tenía Ana aquel día, June tampoco se quedaba a la zaga, pero ella siempre tiene la felicidad como gesto. Pero para Ana era distinto, después de volver de vacaciones y con el tiempo justo de prudencia, confirmábamos que veníamos con un regalo desde Asturias. Ana estaba embarazada y la mejor forma de demostrarlo era su sonrisa.
No podíamos estar más felices, después de tanto tiempo luchando por tener una cosita como June y después de todos los esfuerzos pasados, sin quererlo, pero deseándolo, otro nuevo sueño se comenzaba a gestar dentro de nuestras vidas. Si los sueños se cumplen ese era nuestro caso.
June se divertía viéndonos alegres, estaba feliz, muy feliz, casi tanto como nosotros. Disfrutábamos de las últimas tardes de verano en una aureola mágica que no nos quitaba la sonrisa de la cara. Por suerte otro sueño volvía a empezar, los miedos eran todos pero ese día no era el momento de pensar en ellos.
Felicidades Naia, te esperamos pronto.
11/09/2012
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