Acabado el baño, la llevamos a la habitación para vestirla, y ocurrió algo que suele ocurrir cuando te viene algo a la cabeza y no puedes reprimirlo, en un momento en el que ni la madre ni los abuelos me miraban le puse el pelo punki a June, que aguanta con una sonrisa tremenda el nuevo peinado que le estaba haciendo, sus caras no tenían desperdicio.
17/02/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario