Después de comer, June siempre se relaja sobre el sofá, cubierta con su mantita rosa, aunque el calor de la calefacción pelea contra el frío de fuera. Junto a June su caja de sueños, una caja con juguetes que va cogiendo de uno en uno, pero siempre con dos cosas en la mano, y mientras coge una, suelta otra, pero en la otra mano, siempre con algo.
June me mira con cara de asombro mientras me río al ver sus triquiñuelas posesivas, se sorprende, y no me entiende…
…aunque sonríe dándose cuenta de que lo que hace es divertido. Me enseña sus dientes y sonríe con toda la ternura que sólo puede dar un niño, mi corazón se llena y mi sonrisa se multiplica.
June después de las risas, vuelve a su tarea y sigue sacando poco a poco todos los juguetes, uno a uno, para acabar volcando la caja, y volver a entretenerse metiéndolos de nuevo en la caja de sus sueños, en la caja de los juegos sencillos pero que cada día, parecen nuevos.
11/02/2012
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