jueves, 22 de marzo de 2012

La primera papilla: el principio



Fase I: La preparación
Tocaba dar comienzo al cambio alimentario de June, debía probar sus primeras papillas, Ana tomó la decisión, "hoy le doy papillas", con tal rotundidad todo vaticinaba hacia un éxito claro. Al rato se encaminó hacia la cocina, y preparó las primeras papillas de June, las probó Ana y le parecieron buenas, ahora sólo faltaba que a June también.


Fase II: La contemplación
Preparó a June convenientemente, le colocó el babero, siete veces más grande que ella y con él, más que a darle una papilla, parecía que le íbamos a cortar el pelo. La sentamos en su trona regalo de sus tíos y primos de Vitoria y que también se estrenaba por primera vez para su oficio real, en otras ocasiones se había usado la silla pero más como elemento de encarcelamiento que para darle de comer. June observó ese plato que le habían puesto delante, lo miraba como si fuera un OVNI, y dudaba de si lanzar su mano hacia él, pero las mangas tan largas del babero le impedían un movimiento natural.


Fase III: La prueba
Ana llenó la cuchara del alimento y en un rápido movimiento mientras no paraba de decirle cosas se lo llevó hacia la boca, unos segundos de silencio eternos se hicieron en la cocina, la cara de June se tornó en asombro y novedad, perpleja ante el nuevo suceso y las nuevas texturas que percibía en su boca, todos esperábamos un gesto de aprobación y su madre no dejaba de recordarle que estaba muy buena su primera papilla.


Fase IV: La respuesta
Pero June parecía que no pensaba lo mismo, su cara repelió el primer ataque de la cucharilla papillera como si fuera aplicada por el mismo demonio, de nada servían las sugestivas palabras de la madre que apelaba, sin cansancio, a las extraordinarias cualidades gustativas aparentes de la papilla, pero June no lo compartía y se revolvía en su babero enorme buscando refugio donde no parecía existir


Fase V: Repetimos
June no contaba con la determinación de la madre y volvió a intentarlo, convirtiéndose desde ese mismo momento un bucle que repetía la fase IV y V constántemente, June no paraba de llorar y buscar refugio, clamando por su querida teta y no por estos nuevos alimentos que se le ofrecían. Apenas dos cucharadas más su madre tuvo que desistir ante el llanto desconsolado de su hija.

29/11/2011

2 comentarios:

  1. asi asi tata, con determinacion que luego se nos suben a las barbas estas niñas...
    Seguro que estaban de 10 pero no saben apreciar el esfuerzo y cariño (que seguro que mas que esfuerzo)que emplastes para la preparacion de tan estupendo plato, ja,ja,ja,ja
    estoy aqui preparando unas vainas que como no se las coman tus sobrinos los envio para alla a ver si les gusta por lo menos a ellos la papilla esa.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...