Hay días en que uno no se levanta con el pie derecho, a June le pasó lo mismo, se levantó con cara de susto y así se pegó un ratito hasta que se le pasó, no estaba conforme en ninguna posición, todo le estorbaba, todo le sobraba, los juguetes ya no le calmaban y no quería saber nada del chupete, la alegría de la huerta como podéis suponer.
Y así acabó finalmente llorando y a los pocos segundos amorrada a la teta de su madre, que como medicamento mágico todo lo cambió, el llanto se tornó en sonrisa, el susto en vitalidad, lejos había quedado ya el berrinche matutino asturiano.
13/10/2011
Pero hasta llorando está guapa. Y no es amor de madre (que va....)
ResponderEliminarYa te digo.
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