martes, 15 de enero de 2013

Tortazo en la barbilla



Tanto va el cantaro a la fuente que al final se cae, y eso es lo que le pasó a June esa tarde, se puso a jugar con unas sillas, y mientras le decíamos "ten cuidado, ten cuidado" June seguía empujando la silla hacia adelante y hacia atrás, hasta que en una de esas que fue para atrás la silla se le cayó encima y le hizo una herida en la barbilla.


June se quedó cayada, tirada en el suelo y con la silla encima. Aguantó un par de segundos y rompió a llorar, más por coraje que por dolor.


Bastaron unos abrazos de madre y un poco de cariño para secar las lágrimas de sus ojos. La herida se quedó con ella el resto de las vacaciones, pero June es dura, apenas se quejó por el dolor o en la cura, el dolor para ella era más moral que de otra cosa.


No obstante, a los pocos segundos ya estaba jugando con las hojas secas y nosotros con cuidado de que no se las tragara. La siguiente travesura estaba en camino.

23/08/2013

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