Hay momentos que cuando la veo así, buscaría en las páginas amarillas la dirección del padre Karras para ver si con un exorcismo solucionamos algo, la veo llorar y mover sus piernas del derecho y del revés, y su cabeza comienza a girar, mientras en su idioma se debe acordar de la "perra" de alguien. Por suerte, los brazos de su madre la calman y nos ahorramos una pasta en honorarios y agua bendita, pero por si acaso, si alguien tiene la dirección del padre Karras que me la pase, que nunca se sabe.
04/09/2011
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