Me miraba, me observaba, posando como una modelo, con el talón delante del pie, marcando cadera y sacando pecho, con su camiseta de lunares y su pantalón vaquero ceñido al pañal. Me miraba y me moría de risa al verle los calcetines grandes sobre sus pies pequeños. Me miraba y ella no se daba cuenta de porqué me reía.
Me miraba y nos reíamos juntos, al compás, en el mismo tono, con distinto sentido e igual fondo. Me miraba con sus dos ojitos y todos sus días de vida. Me miraba y ella no sabía lo que pensaba.
Me miraba y se movía convulsamente, partiéndose de risa. Me miraba y ella sabía lo que yo pensaba. Te quiero niña de los calcetines grandes.
20/08/2011
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