De vuelta de Asturias paramos en Vitoria para celebrar el cumpleaños de su prima Uxue, que cumplía seis añitos. Tocaba pues en casa de los abuelos comilona de las buenas como si fuera Nochebuena, pero por desgracia sin poder disfrutar del vino que luego había que conducir hasta Zaragoza. June estaba feliz, rodeada de sus primos, que no la soltaban, no paró de reírse y de jugar en todo el rato.
Uxue, la cumpleañera, no la soltaba, la cogía y casi la dejaba sin respiración. Unax le dejaba más aire, y June le buscaba más, pero por suerte, su prima no desesperaba y la seguía allí donde iba sin dejarla ni a sol ni a sombra.
Comió con todos nosotros y le dejamos el sitio principal en la mesa, la de la presidencia, y la llevaba sin ningún rubor.
Aunque poco duró sentada, enseguida se puso a jugar con sus primos. Uxue le puso pegatinas y calcomanías y se dedicó a quitárselas y ponérselas sin parar.
Unax intentaba descansar un poco, refugiado por su maquina de juegos, pero June y Uxue no le dejaban en paz. Daba gusto verlos juntos.
June buscaba entre los juguetes de casa de sus abuelos, entre los juguetes que ya habían pasado por las manos de sus primos con anterioridad, pero por desgracia algunos ya estaban siendo rotos en sus manos.
Y aquí un recuerdo de la cumpleañera con su tío, que algún día también tiene que salir en las fotos.
04/11/2012
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