June cada vez tiene una obsesión mayor por el calzado, a cada momento nos lo demuestra, siempre le gusta elegir las zapatillas que se pone, no puede salir sin ponerse sus "illas" y se pasa todo el rato poniéndoselas y quitándoselas cada vez que se sube en el sofá. Pero el otro día llegó al colmo, al coger mis zapatillas y ponérselas. Se sentía en la gloria.
A duras penas podía dar un paso, pero era un payasete auténtico. Al mirar como se movían sus pies se quedaba asombrada y es que el cambio de número había sido importante.
10/11/2012
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