No era todavía la hora de comer y ya estábamos todos en casa. Naia apenas se enteraba de la fiesta y no pudo ver la felicidad y nerviosismo con el que la recibió su hermana nada más entrar por la puerta. Estaba emocionada, era consciente que veníamos con su hermana y que ya nos iba a tener en casa y eso le encantaba. Ana se puso cómoda y Naia poco más le dejó ya que pedía su vermut casero.
June estaba siempre pendiente de su hermana y su madre aguantaba como podía el cansancio acumulado y sólo esperaba poder descansar cuanto antes en su cama. Mis tres mujeres no se separaban ni un segundo y yo era el espectador más privilegiado del mundo.
Daba gusto verlas, June atenta de su hermana y queriéndole enseñar todo lo que había en la nueva casa, desde la ropa que se tenía que poner, sus juguetes, los dibujos de Minnie o cualquier cosa para atender a su hermana. Mientras su hermana en el primer día de casa, sólo comía y dormía. Os dejo con un vídeo que lo cuenta mejor que mis palabras.
01/05/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario