Mirar a Naia recién nacida era algo maravilloso, parece mentira como es la naturaleza. Mirábamos a sus pies y nos quedábamos impresionados, parecían una réplica en tamaño reducido de un pie grande, con todos sus detalles y sus formas, y hasta con dedos ya característicos. Como podéis imaginar no dudé en hacerle cosquillas, algo que le encanta.
01//05/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario