Después del choto del día anterior, pasó lo que tenía que pasar, que tanto va el cántaro a la fuente que al final se cae, y así le pasó a June, saltando en el sofá, en un descuido nuestro aterrizó con la frente sobre el terrazo del suelo. El terrazo aguantó bien, y June también, salió algo más perjudicada y así lo delataba su presencia chichonera a la mañana siguiente, aunque por suerte no le borró la sonrisa de su cara.
La verdad que es fuerte como un toro, nada le dolía, nada se quejaba y mientras su nuevo amigo chi y chon crecía cada vez más por momentos, y ella como si nada.
31/08/2012
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