El día había amanecido caluroso. Así que Ana realizó una de las cosas que más le gustan cada mañana, abrir el armario de la ropa de June y vestirla, de la misma forma que de pequeña vestía a las muñecas, las acicalaba y las mimaba. Decidió ponerle un vestido rosa veraniego de tirantes, y la verdad que June estaba guapísima. Hasta aquí todo normal.
El problema vino cuando nos paramos a tomar algo en un bar y se dio cuenta al mirárle el pañal, que el vestido venía con una braguita a juego cosida con un punto dentro del vestio, braguita que por supuesto, no había visto, ni le había puesto. Así que se la quitamos y para lucirla con cariño se la puse en la cabeza, a modo de gorro. A June le encantó y parecía toda una Celia Cruz u Omara Portuondo.
Allí se quedó un buen rato, chupando su cubo hasta comerse el papel, mirando a la gente que se le quedaba mirando, mientras nosotros no podíamos parar de reírnos.
04/08/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario