A partir de las doce en la playa comienza la hora mágica, después de haber tomado el sol, jugado con las olas y arrasado la playa con su pala y su cubo, toca un poco de fiesta en el chiringuito de la playa de Borizu, con unas cervezas, para los mayores, y unos cacahuetes, que en teoría también son para los mayores.
Pero June los espera con avidez, se tira a por ellos, y le encanta jugar con sus cáscaras, moverlos y tirarlos, para que luego tengamos que ir nosotros a recogerlos, así todos los mediodías. Sol, cervezas y cacahuetes, puede haber algo más divertido.
17/08/2012
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