Angelicos

Una mañana de sábado, unos ojos que miran, otros que se abren y cierran fruto del sueño. Dos mujeres, dos compañeras, todo un castigo admitido. Si tuviese un sueño me gustaría que fuera así de bonito, como un sincero recuerdo de momentos sin importancia, mientras el mundo ruge fuera, cambiaría media vida por esa mirada, y la otra la daría por bien gastada. Las miro y siento eso que llaman felicidad.

June nos pone su pose papal, bendice nuestras vidas con su mirada, con su tranquilidad, con su paz, con su ingenuidad que parece darnos lecciones de vida. La miro y siento eso que llaman felicidad.

Por un momento su mirada se nubla, el sueño pesa y tan sólo las manos, realizan movimientos convulsos que poco a poco van bajando de ritmo. La miro y siento eso que llaman felicidad.

Sus ojos siguen bajando unos grados, sus manos ya ni se mueven, pronto se va a dormir, junto con su madre dos angelicos. La miro y siento eso que llaman …sueño.
30/07/2011