Por fin pudo escaparse Sandra y venir a ver a June, en teoría ella tenía previsto venir el fin de semana de su nacimiento, pero yo le aseguré lo que el ginecólogo nos aseguró a nosotros, que en principio todo venía bien y que no se iba a adelantar el parto, craso error, hubiera dado en la diana y podría haber visto a June recién nacida, pero las cosas son así.
No obstante se pudo escapar y un primero de julio, muy caluroso, June conoció a Sandra y a Lolo, ella frita y dormida no les quiso deleitar con alguno de sus llantos estridentes pidiendo comer a los cuatro vientos. Sandra se quedó enganchada con sus pies y sus manos. Lolo como siempre, un hombre de gran corazón, muchas veces en demasía y arrastrando una racha de mala suerte que no le deja ver lo que él es capaz de hacer. Mi padre el convidado de piedra, asiste a la escena aunque sólo tiene ojos para su nieta.
Sandra finalmente se hizo con June, y habló con ella de tú a tú, de Goñi a Goñi, seguro que ellas se entenderán muy bien con el paso del tiempo. Encontré a Sandra fenomenal, con sus cosas por dentro, bailándole el cerebro, pero con la ilusión de emprender nuevas cosas, nuevos sueños, seguro que la vida le sonríe un poquito, lo justo y necesario tan sólo, para darle lo que realmente se merece alguien que es tan buena gente. Muchas gracias por venir, aquí se os quiere mucho.
01/07/2011
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