Tarde vikinga

La tarde en la bodega de casa prometía, con las brasas caldeando un poco el ambiente, June se encargó de caldear el resto. Se dedicó a sacar todas las cosas que teníamos en unas cajas de regalos absurdos para jugar con ellos por todos los lados, como ejemplo este gorro vikingo que tiene sobre su pasado más de una fiesta y más de dos.

June se reía y corría de lado a lado, cogiendo unas cosas y tirando otras, riéndose y lanzándose encima del sofá y provocando nuestras risas con sus gestos de mando.

Tan pronto cogía un gorro de Chaplin, qu se acabó rompiendo, como se dedicaba a jugar con los biberones haciendo que los llenaba y los vaciaba virtualmente. Entre risas, esa tarde, fue muy vikinga.

07/12/2012