Nochevieja durmiendo fuera

Eran las 10 de la noche de la última noche, de la noche más vieja, de la noche de los deseos, los besos y las comilonas que anticipan una mañana de resaca y empacho. A esa hora, June cayó dormida, en los brazos de su madre mientras yo preparaba una cena para los dos, aunque éramos casi cuatro.Subimos a June a su cuna, y allí se quedó dormida.

Mientras Ana bajaba las escaleras en silencio, una risa se oía por el hueco de la escalera, era una risa callada, contenida, pero evidente. Se acercó hacia mí, y mientras revolvía las cacerolas y comprobaba el horno, me enseñó el aparato de vigilancia. June se había dado la vuelta, se había destapado en cuestión de segundos y se había quedado dándonos el culo de frente, difícil manera de dormir, pero original para afrontar la nueva entrada del año. Después, mientras las campanadas anunciaban la entrada del nuevo año, y los cohetes resonaban fuera de casa, June seguía igual, dándole el culo al nuevo año. Esa es mi niña.

31/12/2012