Aprovechábamos todo lo que podíamos los días de descanso que estábamos teniendo en Asturias. Recorrimos todos los rincones de Llanes y principalmente en los que el sol se conseguía hacer protagonista. Aquella mañana estuvimos viajando por el puerto y los cubos de Ibarrola mientras el mar calmado remojaba las pinturas y alegraba la mañana a June.
Los pescadores se sentaban al borde de la escollera, pescando y a la vez disfrutando del sol que lo iluminaba todo. A Ana ya se le empezaba a notar la tripa del embarazo, todavía quedaba mucho por delante, pero estábamos totalmente ilusionados.
June no paraba de mandar, con su dedo en alto y el biberón en la otra mano, un biberón que tentó tanto a la suerte que fácilmente se podía caer en el mar como ya sucedió otra vez..
04/01/2013
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