Dormidas, dormidas

Aprovechamos a finales de enero y nos presentamos por sorpresa, como siempre, en casa de mis tíos de Fuensalida. La llegada a última hora en un viaje en el que no nos quedó más remedio que hacer una parada al final, y es que June se porta muy bien en los viajes, pero este era una dura prueba. A la mañana al despertarnos, June pedía su biberón mañanero todavía con los ojos medio dormidos. Al barullo bajó Vanesa, que aunque había llegado tarde quería vernos.

Ciertamente que no sé cual de las dos estaba más dormida. Con el mismo color de ropa se fundían en una sola y rápidamente la liamos para que le diera el biberón a June en lo que seguro era su primer biberón a un niño. Las dos intentaban abrir los ojos a duras penas y es que dormidas, dormidas estaban un rato largo.

26/01/2013