jueves, 17 de octubre de 2013

June y su cuarto nuevo I



En febrero ya sólo nos quedaban 3 meses y poco más para la llegada de Naia. Era el momento que nos habíamos fijado para preparar su habitación y cambiar a June a otro cuarto, el miedo a lo imprevisto siempre nos obligaba a tener algo de cautela. La idea a June le pareció fantástica, no añoraba para nada su cuna y se subía a su nueva cama con facilidad y algo de ayuda.


Primero la llevamos al cuarto para que se fuera familiarizando con él. Los monos que en otro tiempo habían sido regalos de noviazgo para Ana, pasaban a ser suyos por el decreto 25 de June. Por delante me quedaba una buena tarea de pintura y de mover muebles de un lado para otro.


El cuarto que siempre había servido para acoger a nuestros visitantes, ahora pasaba a tener dueño directo. El color azulito de sus paredes se había quedado ya un poco trasnochado, así que tocaba darle un poquito de alegría. Mientras yo empezaba a limpiar la habitación y desmontar los muebles, June no podía evitar estar curioseando todo el rato para ver que pasaba en su habitación.


Hasta venía con un recogedor para ayudarme a limpiar como si fuera una más en el equipo. Estaba super graciosa. Una vez limpio todo y elegidas las pinturas, un verde amarillento tirando a pistacho y un marrón oscuro para contrastar con alguna pared, y alguna discusión con Ana para justificar que el verde no se pegaba con el azul marino y naranja del mueble.


Aquí podéis ver a June dispuesta a ayudar en lo que hiciera falta. La mejor ayuda fue la de su madre evitando que entrase a cada segundo por la habitación. Por delante me quedaba una ingente tarea de colocar cinta de carrocero y de una buena sesión de rodillo que no vendría mal para mis brazos.


Y así es como quedó más o menos la habitación. Dos paredes frontales en verde pistacho y las otras dos, las más pequeñas en el marrón oscuro, en una de ellas colocamos fotos de June y en la otra el store que cubría la ventana. Luego tocó volver a traer todos los libros, los monos y todas las cosas de June, que no daba tiempo para empezar a disfrutar de su nueva habitación.


El cambio le sentó fenomenal, saltaba y se reía sobre su nueva cama como una loca. Coloqué hábilmente unas protecciones en los laterales de madera ya que veía que en cualquier momento habría alguna caída no recomendable. Para dormir por la noche le sacamos también la cama nido de abajo por si se caía.


Y así sucedió las tres primeras noches, caía y rebotaba como si fuera una trapecista, y nos despertaba llorando, y hasta una de las veces se quedó dormida en la cama de abajo. June ya tenía nuevo cuarto y ahora sólo había que esperar a que llegara Naia.

02/02/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...