June estaba como loca con su nueva habitación, no había manera de bajarla de la cama. Brincaba y saltaba como una posesa sobre su colcha también nueva. De vez en cuando se paraba y me señalaba las cosas con el dedo para que le dijera que era: —¿esto?— me preguntaba. —Eso es un corazón— respondía y así hasta acabar con todos los dibujos.
Luego se volvía a energetizar y acudía a uno de los armarios que le quedaban a un lado. Con mucho pavor veíamos como tomaba entre sus manos una figurita que trajimos de la República Dominicana que acompaña a dos cuadritos, uno con el significado del nombre de su madre, todo desvencijado y roto pero en perfecto equilibrio y el otro con el significado del nombre de June. Debajo unos muñecos en pelotas que me hicieron gracia hace mucho tiempo compradas en una tienda de todo a 100 esperaban sus ágiles manos.
Y luego vuelta otra vez a ir hacia adelante y hacia atrás. Ahora nos tocaba llevarla a la cama y nos costó más de media hora conseguirlo. Os dejo un vídeo con los tres tiempos que tuvimos que lidiar antes de conseguir llevarla a la bañera. No os perdáis desde el momento 1:28, demuestra que mi hija es de hierro.
Impresionante, cansa de sólo mirarla.
02/02/2013
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