En casa de los abuelos la primera que come es June. Su abuela se encarga de prepararle "chicha y patas" en su punto. A June se le hacen los ojos chiribitas, siempre suele comer medianamente bien, a no ser que tenga un catarro, no es de las de comérselo todo, pero de lo que lo gusta, no deja ni los rastros del plato.
Con su mesa y su silla propias, disfrutaba del centro del salón. Al fondo, el abuelo Pedro contemplaba reflexivo la escena esperando que llegara pronto la hora de comer de los mayores. Su madre soplaba con paciencia la comida y animaba a June a no parar, ni distraerse.
Así poco a poco iba atacando la comida. Cuando quería usaba el tenedor, cuando no, la mayoría de las veces, cogía directamente con la mano y para adentro, que lo que no mata, engorda.
El problema es que se distrae con cualquier cosa, no ha acabado de dar una cucharada que ya está mirando lo que digo yo o incita a su abuela para que le diga algo.
Pero poco a poco y con paciencia de madre se acabó todo el plato de "chica y patas".
30/03/2013
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