viernes, 1 de noviembre de 2013

Vida, no dejes de soñar



Es la hora de los sueños, allí donde se juntan lo vivido y lo que está por vivir. El silencio manda e impone su ley, que sólo hablen los pensamientos. Me dejo llevar. Miro a June. Está callada, encantadora. Me dice tantas cosas sin hablar, que me dedico a escucharla y a disfrutar contemplándola.


Aguanta sin moverse mientras yo doy vueltas a su lado. Ella es ajena a lo feliz que me hace sentir, tan sólo duerme, tan sólo sueña, tan sólo me regala la mejor de mis vidas. Cómo me gustaría compartir sus sueños, dejarme llevar por su mente infantil, abandonar por un tiempo un mundo lleno de corruptelas y de bajas pasiones.


Sus deditos pequeños apenas cierran su mano, pero encierran más de lo que pueden contar, y ahora sólo cuentan hasta dos. Me gusta cuando me agarra mi mano y se conforma con quedarse con unos dedos y no soltarlos. Me gusta acompañarla en sus pasos. Me gusta.


Su orejta parece perfecta, con curvas que van y vienen, con palabras que se quieren oír y otras que ni llegan. Al final del camino, un tesoro, en forma de trébol que a veces se pierde y a veces se encuentra. Escúchame cariño, escucha un te quiero para toda la vida.


De sus ojos cerrados a fuego, unas pestañas grandes, enormes y curvadas que apuntan hacia unas cejas finas y silenciosas. Unos ojos que aún cerrados parece que miran. Unos ojos que retienen sueños e historias por contar.


Descansa vida, y no dejes de soñar nunca. Me gusta verte así.

23/02/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...