Llevábamos una temporada fina de hacer torres y castillos en el cuarto de June. Una de ellas había aguantado varios días en la habitación sana y salva. Demasiados días con semejante tentación delante de sus ojos. Un día la tarde de juegos se tornó un poco desequilibrada.
Se dedicó a correr por la izquierda y por la derecha de la torre, ante la atenta mirada de sus abuelos que flipaban con su nieta bailando por un lado y por otro con la torre convertida en un tótem que parecía tener los minutos contados. Os dejo con un vídeo que resuelve el problema:
Daba gusto mirarla y cuando ponía esa carita de niña buena que parece que no ha roto un plato y está deseando tirar la torre no tiene desperdicio.
Al final la torre ciertamente acabó en el suelo. Equilibrios y desequilibrios de una tarde de juegos.
10/03/2013
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