Da gusto tirarle fotos cuando la ves tan feliz. Corretea por todos los lados del parque, pero siempre parece que saca un segundo para posar y mostrarme su mejor cara, su cara más divertida. Capaz de pasar de la seriedad a la locura en tan poco, tiempo que casi ni me doy cuenta.
Por un momento parecía distraída, pero siempre buscándome detrás del objetivo de la cámara. Tan pequeña y asombra que sepa el resultado que ofrece una fotografía.
Por momentos es interesado, por siempre curiosa, por un segundo tierna.
Su sonrisa me cautiva y ella lo sabe. Viaja con facilidad de la simpatía a la pequeña payasita que lleva dentro casi sin darse cuenta.
Capaz de transformarse en un troll sin perder ni un ápice de su hermosura.
Esta es mi niña, un volcán de alegría.
26/05/2013
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