A la hora de merendar June se comportaba con una formalidad que luego pocas veces se ha vuelto a repetir. Con el babero rojo colocado procedía a comer el salchichón troceado con esmero y regularidad en trocitos pequeños.
Los movía y los ordenaba, todo menos comer con avidez. Su jugada era buena, los intentaba ningunear en busca de un premio mejor para merendar llamado patatas fritas o similar. Su madre esta vez no se iba a dejar engañar.
Muy a pesar de June, que tuvo que acabar comiéndose el salchichón a regañadientes.
02/03/2013
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