miércoles, 27 de noviembre de 2013

Descanso en el centro comercial



Aquella mañana aprovechamos para realizar algunas compras en el centro comercial de Puerto Venecia. A June le impresionaron los grandes pasillos y las tiendas enormes con ropa por todos los lados, gente apelotonada en los pasillos y luces que todo lo hacían de día. Se impresionó tanto que se cansó, después de estar en Primark jugando con unas pegatinas que pegaba y despegaba, pidió subirse al carro y reposar su timidez. Aprovechamos y en un sofá que había en el pasillo también descanso su madre y su embarazo.


Desde ahí, en una posición privilegiada, June lo oteaba todo. Miraba principalmente a los otros niños que entraban y salían, generando persecuciones y gritos de sus padres. Su madre disfrutaba de ese momento de tranquilidad de June, acariciando su pelo y disfrutando de ese momento de paz.


Así aguantó durante un rato, más corto del que nos hubiera gustado, pero al final necesario. Todos habíamos descansado, y más cuando no estás acostumbrado a estos barullos de gente para los que siempre piensas que estás vacunado, pero no es cierto.


Disfrutamos de aquel día, de la misma forma que lo estábamos haciendo en las últimas semanas, aprovechando los últimos momentos en los que todavía éramos tres, y esperando ya con ansiedad poder ser cuatro. Las ganas cada vez nos consumían más por dentro, y hoy con la distancia, después de casi siete meses, lo entiendo mejor que nunca.

07/04/2013

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